Ser vos frente al espejo: partir de lo que somos

Se viene: * belleza real *

Para lograr una evolución en nuestra imagen debemos conocer a fondo nuestras características físicas, partir de quienes somos. Presta atención a nuestros consejos sobre belleza real, que parten por aceptar íntegramente la imagen que nos devuelve el espejo.

Si queremos mejorar nuestra imagen, debemos partir de lo que somos. Por supuesto siempre están y estarán los ideales de belleza que funcionan como ideales. Hay aspiraciones y modelos a seguir sanos que nos guían a un mejoramiento de nosotras mismas y se convierten en aspiraciones positivas. Estos ideales posibles tienen en cuenta nuestro cuerpo real, nuestras curvas y nuestras características físicas a la hora de elegir una prenda. Ideales realistas que incluyen el ser conscientes de nuestros puntos tanto desfavorables como nuestros aspectos físicos positivos a destacar.


Pero existen las aspiraciones imposibles que te anulan toda posibilidad de mejorar. Por ejemplo? Pretender, consciente o inconscientemente, que ese vestido que ves en la foto de una revista de moda, te quede igual o parecido a la mujer que está en la tapa. 

Muchas veces, te  dejas llevar por la gráfica de una marca y te enamoras de los cortes y colores de las prendas. A todas nos ha pasado de no chequear, antes de entrar al probador,  si ese color, textura y calce, se adapta a nuestras características físicas y a nuestras curvas reales. 

Deberíamos tener en cuenta que cuando decidieron ponérselo a esas modelos que lo llevan en la foto, tuvieron en cuenta (antes que nada) su cuerpo, su color de piel, su pelo y su contextura física. Luego eligieron la iluminación, la locación, los objetos al rededor y los contrastes de colores a la perfección para lograr una armonía general haciéndolas ver fabulosas. Hasta el último detalle estuvo pensado  para que luzca de la manera en que luce la foto de esa campaña de moda que tanto te gusta. 
En una campaña gráfica de cualquier vidriera, en las fotos de tu marca favorita en instagram y facebook o en cualquier foto de una revista de moda, todo está pensado para lograr un primer y único objetivo: vender.

Obviamente que quizás te llevas una gran desilusión cuando, al probarte esa prenda de la foto, no era lo que esperabas. Es en ese momento cuando empieza el bombardeo de la tan presente auto crítica hacia nosotras mismas: " Me faltan lolas", "Es que estoy gorda", "Tengo celulitis", "soy muy baja" y así podríamos nombrar un sinfín de comentarios que restan en vez de sumar a la hora de elegir un look adecuado para ese evento tan esperado.

Acto seguido, gran porcentaje de las mujeres argentinas que quieren cambiar su aspecto físico, empiezan a gastar dinero no solo en prendas que no destacan su cuerpo, sino en cirugías, electrodos, liposucciones, colágeno, etc etc.. Opciones que no están  erradas si las elegís para verte mejor. 
Lo que intento que hagas es  que no tomes decisiones apresuradas a la hora de entrar en un quirófano, pensando que vas a lograr cambios milagrosos. 

Que la visita al cirujano plástico, si es que optas por algún cambio estético de esta índole, sea como la frutilla del postre de todo un proceso extra antes. Debe ser la ultima fase para evolucionar en torno a tu imagen.  Porque si, por ejemplo, optamos por una liposuccion, antes de cambiar nuestros hábitos de alimentación, todo vuelve a su lugar en cuestión de meses y tu descontento será mayor que antes. Sería óptimo que la visita a ese médico cirujano que tanto te recomendaron, sea después de observarte con detenimiento y analizar a fondo tus curvas. De esta manera vas a poder destacar lo mejor de ellas con prendas, colores, texturas que vayan, antes que nada, acorde al cuerpo que la naturaleza te dio. 


Si nos desviamos de quiénes somos y de nuestras características naturales, pensando en cambios mágicos, solo vamos a vernos paradas frente a la insatisfacción permanente. Éste es sólo un ejemplo de las aspiraciones negativas que muchas veces solemos tener la mayoría de las mujeres al captar las tendencias de cada temporada y que actúan algo así como vendas en los ojos haciéndonos consumir energía, tiempo y dinero innecesariamente.

El color de la piel, la altura, el largo de las piernas, la contextura, son inmodificables. Por más fantasías que generen las cirugías, no las hay para achicar las caderas, ni para agregar altura o para cambiar los genes. Pero, aún así, no hay por qué confundir capacidad de seducción con el ancho de las cadera o con la falta de busto.

Lo ideal, para resaltar lo que nos gusta y detectar lo que queremos disimular, es buscar un momento de soledad y tranquilidad para mirarse en un espejo de cuerpo entero, en ropa interior y en buena postura. Lo que sigue es atender en detalle cada parte de tu cuerpo pero siempre en relación con el todo. 
Se trata de mirarnos como si nos viéramos por primera vez, pero de una forma integral y constructiva, con amor; no se puede embellecer lo que no amamos.

Frente al espejo, y con un lápiz y papel a mano, hay que ir anotando los puntos fuertes de cada una y los aspectos negativos que podemos modificar a través de la ropa; lo ideal es mejorar lo que tenemos, no obsesionarnos con lo que no tenemos ni tendremos:
  • Conviene empezar por la cabeza, la cara y el cuello (la cabeza es alargada?, el cuello es corto, esbelto?), y luego pasar por la espalda y los hombros (la espalda es ancha?, los hombros armados o caídos?).
  • Seguir por los brazos, muñecas y manos (los brazos son largos?, las muñecas anchas?, las manos delicadas, anchas, toscas?).
  • Detenerse luego en la panza, de perfil, teniendo en cuenta que las curvas son normales (al abdomen le falta tonicidad y le sobra grasa?), y en la cintura (la cintura es chica, mediana, grande?).
  • Pasar por la cola, vista de perfil y de espaldas, atendiendo al volumen y a la altura; luego por las caderas, siempre en relación con la cintura y el ancho de espaldas porque son estas líneas las que marcan la curva principal del cuerpo femenino (los contrastes de tamaño son importantes? las curvas son proporcionadas?, no hay curvas?).
  • Terminar por las piernas y sus partes ( son cortas o largas en relación con el tronco?, cómo son los muslos y pantorrillas?, cómo son rodillas y tobillos?).
La actitud
A la lista que anotemos de aspectos positivos y puntos fuertes de nuestro cuerpo frente al espejo, podemos agregar después otros que no estén relacionados con características físicas
sino con actitudes (que son igual o más importantes que la imagen exterior). La mirada, el andar, la voz, la forma de hablar, de movernos, de caminar, de dirigirnos hacia los demás, la delicadeza o la energía en los movimientos, entre otras, son claves a la hora de complementar una buena imagen.




Vestir bien


Es esencial conocer, antes que nada, cómo la vestimenta interactúa con nuestro cuerpo y luego buscar solo las opciones disponibles en torno a él. Una de las claves de vestir bien es elegir la ropa y los accesorios en relación con las propias características, y todas las ideas y consejos que aquí proponemos parten de esa premisa: 
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La postura

Con frecuencia, una mala postura es la responsable de los hombros y el busto caídos y la panza hacia afuera. En ese caso, una gimnasia adecuada o correctora que nos ayude a mejorarla resulta fundamental, no solo por lo estético sino por una cuestión saludable. 
Una mala postura también puede ser síntoma de algo profundo que es necesario trabajar internamente: estar encorvada y caída hacia adelante puede revelar que nos sentimos reducidas, rendidas, agotadas...



Elegí una vida saludable 

Por supuesto, no todo depende de la vestimenta . No hay arte del ilusionismo que reemplace una buena alimentación (sin irte a los extremos en dietas imposibles de lograr) , tomar dos litros  de agua por día, reducir el estres, la cantidad necesaria de horas de sueño y un poco de actividad física .  Todas cuestiones básicas a la hora de sentirnos y lucir saludables por dentro y fuera.

Una vez que realizamos esos pequeños cambios, manteniendolos en el tiempo, debemos analizar nuestra rutina y pensar en poder cambiar algunos hábitos de vida para mejorar aquello que no nos gusta. Con estos cambios, de a poco y sin desesperarnos, vamos a ir viendo resultados positivos que serán de gran ayuda a la hora de lograr una aceptación integral de nuestra imagen, cuerpo y autoestima.

Se trata de nada menos que aprender a convivir con aquellas partes o características que no nos gustan tanto, se trate de caderas, la cola, las lolas o las piernas, y de sacar a la luz aspectos que nos gusten y los rasgos que nos hacen diferentes. Hasta es posible que aquella parte que nos incomoda sea lo que nos haga únicas y diferentes. 

En cualquier caso aceptarse y amar lo que una es, con todo lo que ello implica,  es siempre el inicio de un camino para vernos mejor y ser más felices con el cuerpo que nos toca. A partir de ahora te propongo que para ese evento especial, el espejo de tu casa sea tu primer vidriera.



Redacción: Soledad Mallagray
Agradecimientos: Vir Eleit y Carolina Aubele.





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